viernes, 22 de abril de 2011

Capítulo 10: La mafia calabresa



Silvia esta con Lola en los cachis, concretando la boda… Entra Lucas y se sienta con los chicos… Silvia escucha el tema y empieza a gemir…. Y le dice que no sabe cuando fingen con el…

Lola y Sara en casa.



[...]
Nada más acabar de hablar por telefono...
Lola: ¿Sabes por qué te llamamos Sara? Porque se empeñó Lucas. Se pasó todo el embarazo diciendo "Si es niña se tiene que llamar Sara", "Oye, Lola, que es que se tiene que llamar Sara". Total, que cuando naciste, ya no te podíamos llamar de otra manera.

Sara: Ah, ¿sí? [Sonríe, ilusionada.]… O sea, que me llamo Sara, por Lucas.

Lola: Así que no entiendo porqué te has encaprichado de él, hija mía. Porque es que podría ser tu hermano.

Sara: ¿Pero qué dices, mamá? Pero si no me he encaprichado de Lucas. Yo... ¿por qué me dices eso?

Lola: Porque no comes. Porque le miras con ojitos de carnero degollado. Porque lloras cuando dice que entre vosotros no puede haber nada nunca... [Sara baja la mirada.]

Lola: Porque soy tu madre, Sara. A mí no me puedes engañar.

Sara: Bueno, vale, ¿y si me he enamorado de Lucas, qué pasa?

Lola: ¿Como que qué pasa? Pues que no puede ser, que es tu tío, que ha estado casado con mi hermana, y que te lleva casi veinte años.

Sara: Mamá, que ya no es mi tío. Se casó, se divorció, y ahora está soltero. Y todo el mundo tiene un pasado, ¿no?

Lola: ¿Pero no te das cuenta de que vas a sufrir muchísimo tú y toda la familia?
Sara: ¿Pero por qué? ¡Que no es ningún capricho!

Lola: Vamos a ver, Sara, corazón mío. ¿No te das cuenta de que con dieciséis años es muy fácil que te deslumbre alguien mayor que tú? ¿Que pienses que es el amor de tu vida? Pero cuando pasen unos años, pues te vas a reír de eso. Anda, cariño, no hagas nada de lo que luego puedas arrepentirte. Porque si no...

Sara: Si no, ¿qué, mamá? ¿Me vas a prohibir que le quiera? No puedes. Y vale que ahora soy menor de edad, pero no lo voy a ser siempre.

Lola: Mira, no le voy a decir nada a papá, para no darle el disgusto. ¿Pero sabes lo que haría papá si se enterara?

Sara: Me da igual, mamá. Me da igual que se lo digas a papá, o que lo publiques en los periódicos, me da igual. Yo le quiero, y sé que antes o después, vamos a acabar juntos. [Se levanta y se va a su habitación.]


Lucas y Paco en la comisaría.

Paco: Lucas, un momento. Que... tú y yo tenemos una conversación pendiente. Llevo varios días sin pegar ojo, y por más vueltas que le doy, no llego a entender qué hacía mi niña contigo en la cama.

Lucas: Bueno, yo... ya te lo he explicado, pero te lo explico mil veces, si quieres. Sara estaba hablando conmigo, se quedó dormida, y me dio pena despertarla, y... y ya está. Y no pasó nada, nada, nada más.

Paco: Yo te creo, te juro que hago lo posible por creerte, pero aquí está pasando algo. Dime una cosa, Sara no se habrá enamorado de tí, ¿no?

Lucas: No.

Paco: ¿Seguro?

Lucas: Seguro

Paco: ¿Ninguna señal? ¿No te ha dicho nada?

Lucas: Nada. Nada, nada.

Paco: ¿Nada?

Lucas: Olvídate, Paco, nada. Yo de todas formas, quiero decirte una cosa. Yo no le he tocado un pelo a Sara, ni un pelo le he tocado. Y te juro que no va a pasar nada entre nosotros nunca. En la vida.

Paco: Perdóname, tío. Perdóname, pero es que... estoy como loco, tío. Venga, ya está.
[Se abrazan.]… Ya está olvidado, ¿vale?




Paco se va, y justo en ese momento, llega Sarita.



Sara le llama, y Lucas la empuja hasta detrás de la escalera, para que no les vea Paco.

Lucas: ¿Qué haces aquí, Sara?

Sara: Que quería comentarte una cosa.

Lucas: Mira, Sara, no quiero que me comentes nada, no quiero que me cuentes nada, ¿vale? ¿Sabes lo que me acaba de preguntar tu padre, eh? Que si hay algo entre nosotros dos. A lo mejor es porque te metiste el otro día en mi cama.

Sara: Y... ¿tú qué le has dicho?

Lucas: Pues que no, que no, porque es que no, Sara, es que no. ¿Sabes lo que me jode? Tenerle que ocultar a tu padre que tú estás mal de la cabeza. Eso es lo que me jode.

Sara: Oye, que no tienes porqué ocultarle nada, ¿eh? Que a mí me da igual. Si además sólo venía a pedirte un consejo, pero bueno, da igual.

Lucas: Espera, espera, espera. ¿Qué pasa?

Sara: Que he encontrado un trabajo como modelo, para sacar dinero, para mis padres. Y que me pagan un pastón. Pero...

Lucas: ¿Pero qué?

Sara: Pero que las fotos son en ropa interior y que no sé...

Lucas: ¿En ropa interior? Y... ¿quién es esta gente?

Sara: Pues una agencia. Es para la nueva colección de lencería de primavera-verano.

Lucas: Mira, para ya. Para ya, ¿vale? Porque me estoy empezando a enfadar. Me dan ganas de ir para allá y empezar a reventar cabezas, a ver qué coño es eso de pagar a una menor para luego sacarla en bragas. Mira, Sara, te voy a decir una cosa: tú no vas a hacer esas fotos. Además, no puedes hacerlas, porque eres menor. Ni se te ocurra hacerlas, ¿vale? [Le toca la mejilla y se va.]

Sara: muy bien, pues no las hago.

Pero las hace.








Y se las manda a su tío.



Lucas: Me dijiste que no lo ibas a hacer.

Sara: Pues salen mañana en todas las revistas. Además, no es para tanto, son muy bonitas, ¿no?

Lucas: No, no son bonitas, son ilegales. Eres menor, y no tenían el permiso de tus padres. De la agencia esa me voy a encargar yo personalmente, ¿me oyes?

Sara: Lucas, tranquilízate

Lucas: No, no me tranquilizo, no me tranquilizo pero nada. Y tú y yo vamos a hablar, ¿eh, Sara? Porque esto se va a acabar ya, que estás muy loca, joder.

Sara: Sí, por ti. [Lucas cuelga el teléfono.]



En casa de Sara. Lucas llega con la carpeta con las fotos.

Lucas: Hola, ¿qué pasa, Paco? [Sara y Lucas se quedan solos en el salón.]... Ven aquí. No las quiero volver a ver, ¿eh? [Le da la carpeta a Sara.]

Sara: ¿No te han gustado?

Lucas: ¿Tú sabes lo que he tenido que hacer para que no las publiquen?

Sara: Pero que me pagan una pasta. ¿Qué pasa, que no me quieres compartir con nadie?

Lucas: ¿Las compartimos con tu padre, a ver qué le parecen? Escóndelas. [Sara pone la carpeta encima de un armario.] Y se ponen a comer pero…



Cuando terminan de comer, Lola encuentra la carpeta, y al ver el nombre de Lucas, se la da a su padre, el comisario, para que se la devuelva, pensando que serán documentos de trabajo.



Al día siguiente, Lucas, Paco y Mariano están en la furgoneta de vigilancia. Llega Rita con la carpeta, que se la da a Paco, y antes de que Lucas pueda cogerla, lo abre, y ve las fotos.



Un rato después, en la oficina, están ellos dos solos, con las fotos por encima de la mesa.

Lucas: Paco, yo te puedo explicar esto, ¿eh?

Paco: ¿Qué coño me vas a explicar? ¿Cuándo le has hecho las fotos a mi hija?

Lucas: Yo no le he hecho las fotos a la niña.

Paco: Esto es repugnante. Dieciséis años. ¿Que fue, cuando pasó la noche contigo? ¿O ha habido más noches?

Lucas: Paco, las fotos estas se las hizo una agencia, para una campaña de ropa interior.

Paco: ¿Y la dedicatoria? ¿También la puso la agencia? ¿Eh?

Lucas: No. Paco, yo le dije a la niña que no fuese a hacerse las fotos, ¿vale? Y estuve hablando con la agencia, personalmente, para que no las publicaran. Me tienes que creer, Paco.

Paco: ¿Ahora te tengo que creer? ¿Y cuando me dijiste que Sara no sentía nada por tí, también te tenía que creer? Te creí, te creí, Lucas. Es más, le dije a Lola que yo ponía la mano en el fuego por ti. Eso le dije.

Lucas: Paco, no puedes creer eso, ¿vale? Yo no le pondría la mano encima a la niña nunca.

Paco: ¿Y cuándo te creo, Lucas? ¿Cuándo coño te creo? ¿Ahora? ¿Ayer? ¿La próxima vez que vaya Sara contigo? ¿O cuando me digas que hay un caso de la mafia calabresa? ¿¡¿Cuándo coño te creo?!?

Lucas: Paco, yo a lo mejor no te he dicho toda la verdad de todo, ¿vale? Pero hay una cosa en la que no te mentiría nunca: no ha habido, no hay y no va a haber nunca nada entre Sara y yo. Nunca.

Paco: No me vale.

Lucas: Bueno, pues lo mejor es que me vaya. Lo mejor es que me vaya. De San Antonio... de Madrid... pido el traslado y acabamos con esto.

[Un rato después, aún en la comisaría, Paco descubre que la agencia al final publicó las fotos de Sara. Lucas también se entera.]

Lucas: Me dijeron que no iban a salir publicadas. Se van a cagar estos hijos de puta




Por la tarde, en la habitación de Sara, Paco la espera.

Paco: Pasa. Pasa y siéntate, que quiero hablar contigo.

Sara: ¿Estás enfadado?

Paco: ¿Enfadado? No. Estoy decepcionado. Te has hecho unas fotos en bragas, has falsificado mi firma y has engañado a tu padre y a tu madre.

Sara: ¡Pero sólo quería ayudaros! ¡Papá, pagaban muy bien!

Paco: Ya, pero Lucas te dijo que no lo hicieras, ¿no?

Sara: Pero Lucas no es mi padre.

Paco: Ya. No es tu padre, no. ¿Pero qué es? ¿Tu novio? [Paco saca la foto de Sara donde está la dedicatoria de ella para Lucas.]...Porque esto es lo que parece. "Para Lucas con todo mi amor." ¿Qué está pasando aquí, Sara?

Sara: Nada. Le envié las fotos y la nota para que viese que no soy una niña.

Paco: Sara, si no fueras una niña pensarías en las consecuencias de tus actos, Sara.

Sara: ¿Qué consecuencias? ¿Me vas a castigar?

Paco: No, no te voy a castigar, no. Voy a perder a mi mejor amigo. ¿Te vale con eso?

Sara: ¿Qué?

Paco: Que Lucas se va. Del barrio y de la comisaría. Y al parecer es por nada.

Sara: ¿Pero cómo que se va? ¡Pero si él no ha hecho nada! ¡Pero si he sido yo! ¡Papá, no puedes dejar que se vaya!

Paco: Lucas es un adulto. Y decide. Y si cree que tiene que irse, será porque tiene que irse. O a lo mejor porque se ha encontrado en un callejón sin salida.

Sara: Papá, lo siento.

Paco: Prométeme que no vas a jugar nunca más a ser mayor. Ser mayor no es un juego, cariño. Y piensa un poco en la gente que te quiere.

Sara: Te lo prometo, papi, lo siento.[Paco la abraza, mientras Sara llora.]

Paco: Cariño, si te empeñas en vivir deprisa, te vas a perder un montón de cosas. Pero un montón de cosas, mi vida.




Por la noche, Lucas llega a su casa, llorando, encontrándose en el patio a Silvia. Después de preguntarle si está bien, Lucas le dice que se muda. Acaban besándose, y entrando en la casa de él.