domingo, 24 de abril de 2011

Capítulo 11: Con faja y a lo loco



Paco y Lucas después de un operativo.

Paco: Oye, Lucas, lo del traslado habrá que hablarlo, ¿no?

Lucas: No, no hay que hablar nada. Me voy de San Antonio, en dos días.



Cuando llega a casas y ve a Silvia…

Lucas: Hola

Silvia: Hola… Quieres un café… [Se besan pero….aparece lola y Sara…]

Sara: ¿Qué pasa, que no tenéis casa vosotros? [Sara se va corriendo. Y Lucas poco después.]



Lola se queda hablando con Silvia… pero Silvia esta confusa no sabe lo que quiere… y se va…



Por la tarde, Lucas y Mariano están en casa. Mariano está vestido de mujer, por un asunto de trabajo. Mientras, Lucas le cuenta que ha recibido una citación para un juicio, por un accidente que se produjo durante el atraco a un banco...Llaman a la puerta, y al ver que es Sarita, Mariano se va corriendo a su habitación... Lucas abre...

Lucas: Sara, me pillas en muy mal momento.

Sara: Ya, que tienes a Silvia escondida en la habitación. No hace falta que me contestes, ya he oído los tacones... Lucas, ¿te acuerdas cuando te dije que, aunque pasasen mil años, yo te iba a estar esperando siempre?

Lucas: Claro que me acuerdo.

Sara: Pues ahora que estoy viendo cómo eres de verdad, no pienso esperarte ni cinco minutos. Tenías razón cuando me dijiste que podría encontrar a alguien mejor que tú. No tardaría ni cinco minutos. [Se va, dejando a Lucas allí plantado.]


En los laboratorios de la comisaría, Lucas le cuenta a Silvia lo del juicio. Pero después de decirle que no pasará nada, él sigue preocupado, así que le pregunta.

Silvia: ¿Qué te pasa, Lucas?

Lucas: Me van a juzgar, Paco ya no confía en mí y tú y yo... ¿qué cojones estamos haciendo tú y yo? Que encima se nos está yendo de las manos... Y Sara me odia.

Silvia: ¿Sara?

Justo llega Márquez, el supuesto prometido de Silvia, que es abogado. Al final le promete que le ayudará con el juicio.


En casa, Sara ve la tele, mientras la madre la observa.

Lola: Que es el mando, cariño, no una ametralladora. [Se acerca a ella.]… No tenías que haber visto a Silvia y a Lucas esta mañana.

Sara: La vida de Lucas ahora mismo me importa un pito. Por el único que lo siento es por el pobre Márquez, que se le debe estar poniendo cara de reno por momentos.

Lola: Pero es que no hay que ponerse a tiro, cariño. Porque esta vez ha sido Silvia, pero puede ser cualquier otra. [Llega Paco y Lola se calla.]

Paco: ¡Estas son mis niñas! [Les da un beso a cada una, y por gestos, Lola le dice a Paco que se vaya.]

Sara: No hace falta que se vaya, mamá, yo no tengo nada más que decir. Me voy a los Cachis a ayudar a Coque. [Y se va.]


En una mesa del bar, Lucas y Márquez ultiman los detalles sobre el juicio. Sara les observa de lejos, y cuando Márquez va al baño, se acerca hasta Lucas.

Sara: Flipo.

Lucas: ¿Qué?

Sara: ¿Encima quedas con Márquez por las noches para brindar? Y luego qué vas a hacer, ¿partirle las piernas con un pedrusco?




Silvia queda con Márquez…hablan le dice que se ha enterado de lo suyo con Lucas que el no es ningún segundo plato… pero… le dice que se va aclarar…

Al día siguiente, de nuevo en el laboratorio, Lucas le explica a Silvia que es mejor que terminen con su pequeña relación, que no les va a llevar a nada. Se abrazan, y se besan, como "despedida" (¿?), y Márquez les ve a través del cristal. Más tarde, en el bar, Márquez le dice lo que ha visto, terminando con la boda.



El día del juicio, Márquez, pese a todo, aparece para defender a Lucas, ganando el juicio.

Por la noche, Lola va a ver a Lucas a su casa.

Lola: ¿Te vas?

Lucas: Sí, sí.

Lola: ¿Pero dónde vas a ir tú, alma de cántaro?

Lucas: Donde me manden. Lejos. Bueno, espero que lejos. Yo me quiero quitar de en medio, Lola. Yo quiero dejar de hacer el canelo y joder a la gente.

Lola: No, muy bonito. Esa es la mejor manera de solucionar los problemas: salir corriendo.

Lucas: Es que... el problema soy yo.

Lola: Somos una familia, cariño. Y en las familias, pues hay problemas. Pero los problemas pues se solucionan. O se sufren. Pero lo que no se puede ser es tan cobarde que a la mínima de cambio, salgas corriendo, porque acabas no teniendo nada, vida.

Lucas: Lola, hay veces que las cosas se complican tanto, que lo mejor es empezar otra vez de nuevo.

Lola: A lo mejor tienes razón y nosotros también nos tenemos que acostumbrar a estar sin ti. Pero no sé cómo lo vamos a hacer. Porque Paco no duerme desde que sabe que te vas. Y Sara... dime, ¿qué hago con Sara?




[En eso llaman a la puerta y Lucas se seca las lágrimas... Es Paco.

Paco: Que nada, que... vengo a decirte adiós. Que si te tienes que ir pues que nada, eso, que adiós. Cuanto antes mejor, ¿no?

Lucas: Claro.

Paco: Pues... que te vaya bien. Que te vayan dando por el culo, gilipollas, que eso es lo que eres, un gilipollas. [Se abrazan.]… Esto no se hace, tío, no se hace. ¿Dónde vas a ir, eh, dónde vas a ir?

Lucas: ¿Dónde coño voy a ir? ...me quedo aquí con vosotros. [Se abrazan de nuevo, uniéndoseles Lola.]

Habitación de Sara, más tarde.



Lucas: Sara, Sara, Sara [ella no le escucha porque está escuchando música]

Sara: Hola.

Lucas: Hola. [Se sienta en la cama.]… Quería hablar contigo, Sara... Mira, yo entiendo que me odies… pero... mira, te podría contar cualquier milonga... pero es que no soporto que me odies.

Sara: No soportas que te quiera, no soportas que te odie... Pues tú dirás.

Lucas: Prefiero que me quieras… [Se miran unos segundos, en silencio.]
Sara: ¿Sabes lo que pasa, Lucas? Que cuando te dije que yo no iba a estar esperándote siempre, te diste cuenta de que habías perdido algo. Y eso es lo que no soportas.

[Lucas se pone a recordar cada momento con Sara, cada mirada, cada palabra... Ella se sienta a su lado.] Pero... no te preocupes… que... igual si te portas bien, aún podemos hacer algo. Tampoco... tampoco te odio tanto…. Sólo un poquito… [Lucas se queda callado, sonriendo. Después se levanta y se acerca a la puerta.]
Lucas: Yo tampoco te quiero tanto, sólo un poquito. [Y se va.]