viernes, 22 de abril de 2011

Capítulo 9: El silencio de los maderos.



Después de una fiesta en el bar, Lucas bromea con Silvia. Sara está delante, así que les interrumpe.
Sara: Lucas, Lucas, ¿me ayudas, por fa, que no llego? [Se sube a una silla e intenta coger algo de una balda, yendo detrás Lucas y sujetándola, bajo la mirada de Silvia y Mariano, que no pierden detalle.]



Sara Le pide dinero para ir al viaje de fin de curso a Florencia pero Lola le dice que no porque no tienen dinero que no insista que no puede ser. Pero coque les escucha e intenta conseguírselo…
Coque le prepara un cena romántica… pero que al final no puede asistir….



En el patio, por la noche. Lucas y Silvia se encuentran. Silvia le dice, que si él se lo pide, cancela su boda con Márquez. Pero Lucas le dice que se case y que sea feliz.



Después, entra en casa de Bernarda, donde tiene que pasar la noche, ya que en su casa están Mariano y ella. Se encuentra con que en la mesa hay velas, una botella de vino, todo preparado para una cena especial (hecho por Coque para Sara). Mientras recuerda las palabras de Silvia, comienza a beber.



Mientras tanto, Coque, que pasa la noche en el calabozo con Jimmy, le cuenta a su amigo la cena tan especial que había preparado para Sara. Al mismo tiempo, se ve cómo suena el despertador de Sara, que había puesto en hora Coque, cómo ella encuentra varias notas, que la llevan a casa de Bernarda...



Pero ella piensa que se lo ha preparado Lucas que en realidad se lo ha preparado Coque…. Y ella entra…



Sara: Hola, Lucas...

Lucas: Hola, Sarita. [Sara se fija en la cena, las velas...]

Sara: Me encantan las sorpresas.

Lucas: ¿Sí? [Se sienta a su lado.]

Sara: ¿Estás bien?

Lucas: Sí. [Pero se sirve más vino.]… Borracho, pero bien.

Sara: ¿Seguro que no te pasa nada?

Lucas: Por lo menos, nada bueno. Pero bueno, tampoco hago yo nada para que me pase algo bueno, Sara.

Sara: Pues será porque tú no quieres... [Se sonríen y ella le pasa una mano por el pelo.]

Lucas: ¿Sabes lo que me gusta de ti? Que cuando estoy realmente jodido, apareces, con esa sonrisa, y eso me gusta.

Sara: Y a mí también me gusta. Por eso voy a estar aquí siempre que lo necesites, Lucas. Te lo he dicho mil veces. Siempre.

Lucas: Eres lo más bonito que tengo alrededor, Sara... Y eres la única persona a la que le importo de verdad... y hay veces que pienso que... podrías ser tú... la... [Los dos sonríen.]

Sara: Sí que soy yo, Lucas. Lucas, soy yo, no lo dudes ni un momento que soy yo. Pero hasta que te des cuenta, yo esperaré. [Lucas asiente con la cabeza, sonriendo.]
Lucas: Hay que estar loco, hay que estar loco para pasar de ti. Así que... quedas confiscada. [Saca las esposas, poniéndoselas él, e intentando esposarse a Sara.]… Tienes derecho a...

Sara: Lucas...

Lucas: ...a un abogado... tienes derecho a...
Sara: Lucas...

Lucas: ....a no decir nada... que pueda ser utilizado en tu contra...
Sara: Lucas, te voy a preparar un café, ¿vale?
Lucas: Vale.

Sara: Cargadito de los que a ti te gustan.
Lucas: Bueno.

Sara: Y así, se te pasa el mareo y hablamos mejor de todo esto. [Se levanta y va a prepararlo.]

Un rato después, Lucas está echado en la cama, dormido. Sara le quita los pantalones y le tapa con la manta, besándole después en la mejilla y dirigiéndose hasta la puerta, para volver a casa.



Pero en el último momento se lo piensa, y ni corta ni perezosa, se quita la camiseta que lleva, y se mete con él en la cama.



Por la mañana. Lucas se despierta y ve que tiene la esposa en una de las muñecas. Al girarse, ve que Sara duerme a su lado; levanta la manta y ve que ella sólo lleva el pantalón del pijama.

Lucas: Joder... [Se levanta de la cama y comienza a vestirse. Mientras, Sara se despierta con una gran sonrisa.]

Sara: ¡Buenos días!

Lucas: Mira, Sara, yo no sé lo que pasó aquí, pero lo mejor es que te vayas a casa, ¿eh?

Sara: Ayer fue genial, ¿eh? Las velitas... la tarta... la charla... Ha sido la noche más bonita de mi vida.

Lucas: Mira, Sara, yo no sé lo que pasó anoche, ¿eh? Pero lo mejor es que te subas a casa.

Sara: ¿Pero cómo que no sabes...? ¿Pero no te acuerdas de nada?

Lucas: No, no me acuerdo de nada, no me acuerdo de nada. Me acuerdo de que empecé a beber vino, luego whisky... tengo una neblina en la cabeza y... no sé qué coño hago con esposas, pero no me acuerdo.

Sara: ¿Pero cómo puedes olvidarte? Con todo lo que me dijiste... Que ha sido lo más bonito que me has dicho en tu vida.

Lucas: Mira, yo no, no sé lo que te dije anoche, no sé lo que hablamos, pero me puedo hacer una idea. Y ya lo hemos hablado veinte veces, así que lo mejor es que te subas a tu casa, ¿vale?

Sara: Pues yo no pienso olvidarme de lo que me dijiste... ni tampoco de lo otro... [Lucas se gira.]

Lucas: De lo otro. ¿Qué otro? ¿Qué es lo otro? Sara...

Sara: Lucas, ayer hicimos el amor.

Lucas: La madre que me parió... Mira, Sara... si ayer hicimos lo que dices que hicimos, yo estaba muy borracho, ¿vale?

Sara: Pues aún así, valió la pena.

Lucas: Bueno, pues yo lo siento muchísimo. Fue un error. Y no va a volver a suceder nunca, nunca más. ¿Vale? ...la madre que me...

[Coge su cazadora y se larga, dejando a Sarita en la cama.]



En los cachis. Sara entra y saluda a la madre.

Sara: Buenos días.

Lola: ¡Sara! Sara, ¿dónde vas?

Sara: A ayudarte.

Lola: Oye, esta mañana no estabas en tu cuarto, no estabas en tu cama.
Sara: No, porque me he levantado pronto.[Sara hace que se va, pero Lola la coge del brazo.]

Lola: Tú no has dormido esta noche en casa. ¿Dónde has dormido, Sara? ¿Dónde has dormido, Sara, o se lo digo a tu padre?

Sara: Vale. Vale. En casa de Edurne, que sus padres tampoco la dejan ir a Florencia, y estuvimos pensando cómo conseguir el dinero para ir a Florencia. Y ya está.
Lola: ¿Y esto por qué no me lo cuentas anoche? ...Dame un momentito el teléfono de Edurne, que quiero hablar con ella.

Sara: Mamá...

Lola: ¡Que le quiero preguntar una cosa!

Sara: Pero que no, mamá, ¿qué haces?

Lola: Mira, Sara, mientras vivas bajo nuestro techo, me vas a decir dónde has dormido. ¿Dónde has dormido esta noche, Sara? [Lola se va enfadando cada vez más, mientras Sara permanece callada, hasta que se rinde.]

Sara: ...en casa de Bernarda.

Lola: ¿En casa de Bernarda? ¿Y qué hacías en casa de Bernarda? ...¡Tú has dormido con Coque! ¡Sara, tú has dormido con Coque!

Sara: Que no, mamá, ¡que no! Que Coque no estaba, ¿vale? Estaba con el tito Lucas, estuvimos charlando y nos quedamos dormidos. Y ya está. [Sara se va, y Lola la ve irse, preocupada.]



Lucas está en el patio, esperando a Paco. Aparece Coque, que sale a tirar la basura.

Coque: ¿Qué? ¿Te lo pasaste bien anoche? Le estás arruinando la vida a Sara. Ahora que antes te la arruino yo a ti, ¿te enteras? [Empuja a Lucas, pero este permanece impasible.]

Lucas: Venga, chaval, déjame, ¿eh? Que si me buscas me encuentras, ¿vale?
Coque: Mira, no la vas a chulear más. [Le agarra por los cuellos del abrigo, y continúa hablándole.]… Sara se merece la luna, la puta luna, joder. Y tú te la tiras y pasas de ella. Eres un mierda, ¿sabes? [Lucas se le quita de encima con un empujón.]

Lucas: Déjalo ya, ¿vale, Coque? ¿Eh? Venga.

Coque: Venga, pégame. A mí como si me revientas, joder, que no me duele. Venga, coño, ¡pégame! ¡Joder, que no te la mereces!

Justo en ese momento, Sara se asoma, viéndoles a los dos abajo.

Lucas vuelve a empujar a Coque, al que tenía otra vez encima, y mira hacia arriba, hacia Sara. En ese momento, Coque le da un puñetazo.

Coque: ¡Hijo de puta!

Le vuelve a pegar, cayendo Lucas al suelo, y Sarita viéndolo todo.



Minutos después, en el patio, Sara le cura la herida de la boca a Lucas.
Lucas: Vale, vale.

Sara: ¿Pero por qué no te has defendido?

Lucas: ...Sara, quería hablar contigo de lo de... de lo de ayer.

Sara: Lucas.

Lucas: No, déjame hablar, ¿vale? Hay que ser un imbécil para no acordarse de lo que pasó. Pero es que... no me acuerdo. Y me arrepiento mucho de lo que pasó. No tenía que haber pasado nunca.

Sara: Bueno, tampoco es para tanto.

Lucas: No, sí que es para tanto. Le voy jodiendo la vida a toda la gente que me quiere. A ti, a tus padres, a Silvia...

Sara: Lucas... que no pasó nada.

Lucas: ¿Cómo?

Sara: Pues eso... que no pasó nada, que no hicimos el amor... Que te lo dije porque había sido una noche genial, y me habías dicho unas cosas preciosas, y luego no te acordabas de nada, y entonces me enfadé...

Lucas: La madre que me parió. [Justo en ese momento baja Mariano.]

Mariano: Lucas, venga vamos, que hay que llevar el... pájaro al nido.

Lucas: Sí, sí, voy yendo.[Lucas se gira hacia Sara, cogiéndole la carita, y bajando el tono de voz.]… Sara, me tienes que prometer una cosa, ¿vale? Me tienes que prometer que nunca más vas a hacer esto, ¿vale? Porque es que me vas a volver loco... Y, ya de paso, te buscas otro chico. ¿Vale?

Sara: Pero si no querías que pasase nada, ¿por qué preparaste la cena?

Lucas: Que yo no preparé ninguna cena. Fue Coque. Está loco por ti. Vamos, que lo he notado. [Lucas le sonríe y la abraza.]... Anda, súbete a casa, que vas a coger frío.
[La besa en la frente y Sara le sonríe.]... Guapa.



En casa de Sara. Llegan Paco y Lucas, después de celebrar que han atrapado a un asesino. Lola está sentada en el sofá, muy seria.

Paco: ¿Qué pasa, mi vida? ¿Qué estás cansadita?[La besa y aparece Sara, dándole un beso a su padre.]... Mi rubia.

Lucas y Paco vuelven a mirar a Lola, que no dice nada.

Paco: ¿Qué pasa, Lola? ¿Qué pasa Dolores? Que me estás asustando.

Lola: Tu hija, que anteanoche no durmió en casa.

Paco: ¿Cómo que no has dormido en casa? [Lola mira a Lucas, que baja la cabeza.]… Sarita, por Dios, ¿qué prisa tienes, mi vida? ¿Qué has dormido con una amiga? ¿Qué amiga? [Lola no deja de mirar a Lucas, y Paco se da cuenta.]… ¿Qué coño está pasando aquí, eh, Lola? ¿Que la niña se acostó con alguien?... Se quedan todos en silencio, salvo Paco, que sigue hablando…. ¿Con quién coño has dormido? ¿Eh? ¿Con quién has dormido?

Lucas: Paco. Conmigo. [Paco se queda en silencio, sin reaccionar, acercándose a él.]

Paco: Lucas, eso no puede ser... ¿Qué le has hecho a mi niña?

Lucas: No le he hecho nada, a la niña. ¿Qué le voy a hacer a la niña? Pero se quedó dormida y me dio lástima despertarla. Y por eso ha dormido conmigo. Punto.

Paco: Pero ayer estabas abrazando a mi niña ahí fuera. Lucas, que eso no puede ser, Lucas, coño. Que me vuelves loco, Lucas, que es que me vuelvo loco. Que cojo la pistola y te reviento la cabeza.

Lucas: Vamos a ver, Paco. A ver. Tranquilízate, ¿vale? No ha pasado nada, no ha pasado nada. Y me jode que lo dudes. ¿Eh? La niña es sagrada para mí, y no la puedo mirar con otros ojos, ni ahora ni en la puta vida.

Paco: Dime la verdad, ahora, dime la verdad.

Lucas: Te lo prometo, no ha pasado nada, y no va a pasar nada nunca. ¿Vale? ¿Vale?

Paco: Perdona, venga, perdona tío.[Se abrazan, mientras se ve a Sarita más alejada, llorando.]… Vamos a tomarnos la penúltima, ¿vale?



Antes de salir, Lucas echa una última mirada a Sara, y se va, con Paco. Después, Sarita, llorando, corre hasta su habitación, viéndola Lola.