jueves, 20 de enero de 2011
Blanca Martínez Suárez
LO ÚLTIMO: Fuga de cerebros.
VISTA EN: La serie El internado y, en cine, Cobardes y Eskalofrío.
LO PRÓXIMO: El cónsul de Sodoma, de Sigfrid Monleón; el corto Universos, Wikipeli de Juan Cruz y Jose Corbacho. Y Carne de neón, que rodaré este verano, en Argentina.
LE CURTIÓ: Mi primer rodaje, Eskalofrío, me mantuvo mucho tiempo fuera de casa y me hizo madurar… aunque vino mi madre conmigo, porque entonces era menor.
GOLPE DE SUERTE: Que el director de casting Pep Armengol se fijara en mí y me ayudara a buscar representante.
MAL TRAGO: De niña, tendría 8 años, iba tan chula y pendiente del chico que me gustaba que me choqué con una farola. Todo el mundo se dio cuenta y se rió, incluido él. Eso, a esa edad, marca.
CÓMPLICES: Mi madre: un día nos queremos asesinar y otro somos inseparables. Los Tritones, grupo de teatro en el que estoy desde pequeña. Y Anita (Ana de Armas).
PUNTO FUERTE: El sentido del humor.
PUNTO DÉBIL: La memoria.
PIERCINGS: Me he hecho diez: dos dentro de la boca, uno en el labio, la nariz y el ombligo, dos más en la oreja izquierda y tres en la derecha, aunque ahora no llevo los de la cara. Me encantaría tatuarme, pero siendo actriz…
ASIGNATURA PENDIENTE: El deporte, lo tengo abandonado, pero era muy deportista. De niña gané medallas en patinaje artístico.
AMBICIÓN PROFESIONAL: Prepararme más, hacer teatro, circo, acrobacias...
SUEÑO PERSONAL: Dedicarme a esto para siempre. Rodar un videoclip de Iván Ferreiro, mi cantante preferido.
POSESIÓN MÁS PRECIADA: No tiro nada de cuando era pequeña. Mi primer peluche, un osito pequeño azul, con camisa hawaiana.